La Fornarina y otras cupletistas que marcaron una época

La Fornarina y otras cupletistas que marcaron una época: mujeres ayer admiradas, hoy olvidadas

viernes, 17 de julio de 2015

CIEN AÑOS SIN CONSUELO

Fornarina y su polichinela, la imagen emblemática del cuplé

Hoy se cumplen cien años de la muerte de Fornarina, la Consuelito que da nombre a este blog. Cien años desde que se apagaron su luminosa sonrisa y el brillo de sus ojos ilusionados.

Consuelo murió a las cuatro de la tarde del 17 de julio de 1915 en la clínica del Rosario de Madrid, tras una delicada operación que no logró superar. Una infección que hoy en día tendría fácil tratamiento se llevó por delante la vida de una mujer joven, con treinta y un años, en la cumbre de su talento y de su belleza. Conjeturar cómo se hubiera desarrollado su carrera o en qué hubiera desembocado su trayectoria personal es, sin duda, una pérdida de tiempo y entra en el terreno de las especulaciones gratuitas: ¿cuánto más hubiera gustado su personalísima manera de interpretar el cuplé?, ¿encontraría, al fin, el amor al lado del hombre de su vida?, ¿se habría retirado de los escenarios, tal y como pretendía, antes de 1918?... Preguntas sin respuesta que hoy, cien años después, ya no merece la pena contestar.

Sólo una cosa es cierta: nos dejó sus canciones y encerrado en ellas el significado de toda una época irrepetible. Hoy en día no podría ser posible una Fornarina, aunque existen todavía muchas Consuelitos que sueñan con triunfar, empezando desde muy abajo y habiendo nacido con poco más que ambición, ilusiones y cierto (no demasiado) talento para buscarse la vida. Las nubes pasan pero el cielo permanece.
Fornarina en su época de mayor esplendor

El día es caluroso en Madrid, excesivamente caluroso en este viernes 17 de julio de 2015. Atreverse a una visita al cementerio de San Isidro para ver la tumba de Consuelo, resulta casi una misión de riesgo. El ángel de Benlliure que pedía silencio ha perdido la cabeza y parte de sus manos, además de exhibir sus alas rotas, aparentemente impedido para el vuelo. Pero un ángel es una criatura hecha de espíritu, una manifestación de la divinidad, algo totalmente intangible y, como tal, no sujeto a las leyes de los hombres. Un ángel vuela sin alas, llora sin lágrimas, nos habla sin palabras. El que vela el sueño de Fornarina dejó hace mucho tiempo de estar a su lado y ya no habita en la piedra, igual que la cupletista no habita debajo de su losa. Dejo a vuestra imaginación y a vuestras creencias la elección del lugar donde ambos se encuentran.

Yo os dejo un poema de Cernuda que es el lugar que yo elijo para Consuelo.

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista,
En esa gran región, donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente,
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

Consuelo Vello Cano, "La Fornarina"

6 comentarios:

  1. Llevo un tiempo rastreando, sin éxito, en libros sobre el cuplé, el nombre de alguna cupletista de la época dorada nacida en el Puerto de Santa María, para poder proseguir un aspecto de la investigación que estoy llevando a cabo. ¿Podría usted orientarme o ayudarme? ¿Tiene alguna noticia en este sentido? Muchas gracias.

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    1. Disculpe el retraso en contestarle pero un "asuntillo" de salud me ha mantenido alejada del blog y de mis lectores. Estoy empezando a buscar datos sobre alguna cupletista nacida en el Puerto de Santa María, es una labor ardua ya que fueron muchas y no siempre se conocieron sus biografías, que a veces incluso se fabularon. Si me pudiera dar algún dato más al respecto, quizá podría encontrar algo. Mi email es: tyjmateos@gmail.com. Gracias por leerme y de nuevo le pido disculpas por el retraso en la contestación.

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  2. ¡Qué precioso y sentido recuerdo hacia una artista!
    Eso, simplemente, una artista que, gracias a ti, muchos recordamos...

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    1. Gracias, anónimo lector. Precisamente eso es lo que este blog pretende: recordar...

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  3. Hola, Nostálgica, cuánto admiras, cuánto amas platónicamente a esa bella criatura, Consuelo Vello Cano, "La Fornarina", que gentilmente nos has ofrecido con esa foto ovalada. En seguida me imaginé la foto dentro de un medallón, reposando sobre perfumado busto... Qué bien la evocas con tu prosa fina y elegante, y además inteligente, que tanto deleita. Y luego, como colofón, ese bello poema de Cernuda, que es casi como una prometedora invitación y que termina con los versos:
    "Allá, allá lejos;
    Donde habite el olvido".
    Bravo, Teresa; continúa como eres. Desde estas brumas norteñas, un abrazo.
    Ernesto

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    1. Cuánto tiempo sin saber de ti, Ernesto. Ya te echaba de menos. Te mando un rayo de sol madrileño (este invierno está loco) con todo mi cariño.

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